“Es Importante atacar el problema del acoso sexual de las mujeres en
el transporte público desde una perspectiva cultural, realizando una
labor preventiva y crear una cultura de denuncia en las mujeres que han
sido víctimas. Los espacios preferenciales, no exclusivos, son un buen
inicio”, expuso Adriana Lobo directora del CTS, en el marco del día
Internacional de la Mujer celebrado el pasado 8 de marzo en Guadalajara,
donde se designaron espacios preferenciales más no exclusivos en los
vagones del Tren Ligero y autobuses del Macrobús para las mujeres como
una medida de protección hacia ellas.
Al ser espacios preferentes, no existe ningún tipo de sanción o
amonestación hacia los varones que se introducen en estas áreas rosas.
El respecto el Secretario de Transporte y Vialidad del estado de
Jalisco, Diego Monraz comentó: “ésta es una prueba piloto que ayudará a
prevenir el acoso sexual, ya que no hay hombre valiente que se meta en
un vagón con 50 0 100 mujeres a quererlas agredir”.
Es importante realizar acciones que generen un ambiente de respeto,
para garantizar que las mujeres viajen más seguras y libres de
violencia, sobre este tema Carmen Lucía Pérez, directora del Instituto
de la Mujer agregó: “lo que más nos interesa es que se vaya trabajando
en un cambio cultural y que las mujeres se sientan seguras al viajar en
el transporte público, es necesario dar una educación de respeto hacia
las mujeres”.
Acoso, problema real
El acoso sexual que viven las mujeres en el transporte público es un
problema que se da en diversas ciudades del mundo, por ello
(principalmente desde 2001) se han empezado a tomar diversas medidas
para erradicar el problema. Estas se han desarrollado en tres planos: de
infraestructura (separación de autobuses, vagones, etc.), de control
(puntos de atención y reclamo, guardias, etc.) y social (campañas
culturales).
Es necesario cambiar la forma de pensar y de actuar de la sociedad,
creando una cultura de respeto hacia las mujeres, minimizando la visión
de inferioridad. Por eso es importante desarrollar mecanismos que
faciliten la convivencia entre los géneros en el transporte público,
considerado como un escenario de encuentro.
¿Qué hay por hacer?
Ante el conocimiento de esta realidad y la continua disposición de
los gobiernos y autoridades mexicanas de tomar medidas contundentes al
respecto, el CTS se ha dado a la tarea de iniciar un proceso de
investigación, reflexión y generación de propuestas que combatan el
acoso sexual que se da en el transporte público.
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